Homenaje a Serrat

Tu nombre me sabe a sal
 
Porque te quiero a ti, porque te quiero,
te regalé mi alma a trozos
para que los pisaras.
 
Porque te quiero a ti
me caí a un abismo oscuro
para no volver a la luz.
 
Dejé el mar y el cielo claro
y me fui a la montaña
al frio de las nieves.
 
Me perdí cada día
en el olor de tu piel
y ya no me encontré.
 
Porque te quiero a ti, porque te quiero,
quise volar con las alas de Ícaro
 hasta el sol.
 
Porque te quiero a ti
me quemé sin fuego
y ardo ahora en cada átomo de mi ser.
 
Tu nombre me sabe a sal
a agua clara de la marea
a arena suave y olas brillantes del mar.
 
Porque te quiero!
 
Porque te quiero a ti, porque te quiero,
supe flotar cuando aún no sabía andar
y no caerme… hata hoy.
 
Porque te quise tanto
aunque estuvieras tan lejos
 sentía a flor de piel tus caricias inventadas.
 
Porque te quise como nadie
y te ame como nunca
y jamás soñarás con algo igual.
 
Porque que quiero a ti
me muero cada vez que te pienso
y resucito a cada palabra tuya.
 
Tu nombre me sabe al cielo sobre el mar
a océano puro y siniestro
a vida, a muerte, a amor sincero.
 
Porque te quiero!
 
Porque te quiero a ti, porque te quiero,
cerré mi alma y no
la he vuelto a abrir más.
 
Porque te quiero
vivo cada segundo como el último
y no paro de pensarte a ti…
 
Porque aunque, si te conozco no lo sé,
porque detrás de la Luna te escondes,
y yo la robo para regalártela.
 
Cada historia rompe mi corazón
y yo lo coso a retazos y parches
para entregártelo entero.
 
Tus ojos me llevan perdido
pozos oscuros donde me caigo
y volver no quiero de ellos.
 
Tu nombre me sabe a sal
a la mañana limpia y fresca
 en que me levanto a faenar.
 
Porque te quiero a ti, porque te quiero,
canto esta canción y no quiero
dejar de cantar.
 
 
 
Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario