CUENTO DE NAVIDAD… para reflexionar

 
El dios Brahma se sentía solo de nuevo. El Universo que habia creado era tan inmenso, y aún a pesar de toda la belleza que había peusto en él, la soledad volvía a introducirse en sus entrañas. Siempre era duro ser un dios supremo, pero en aquel entonces Brahma no tenía otros hijos divinos, y la eternidad se hacía pesada.
 
No existía el concepto del tiempo. No podría deciros si años, décadas o siglos antes, Brahma ya había sentido ese punzante dolor de la soledad. En aquel entonces no se lo había pensado. La omnipresencia y la omnipotencia hacen que muchas veces un Dios Supremo haga las cosas tal y como las siente, sin reflexionar. En aquel entonces Brahma, para no sentirse solo, conformó, de su propio aliento, unos seres, que llamó Aditis (astros). Estos aditis eran hermosos como el propio Brahma, y le dieron luz y felicidad durante un tiempo.
 
Pronto entre los Aditis destacó uno, el más brillante y hermoso, llamado Surias, el Sol, que siempre lideraba al resto de Aditis. Surias era hermoso y fuerte, pero tambien ambicioso y siempre quería mas. Nunca se sentía totalmente a gusto y Brahma sabía que terminaría buscando la llave de la Felicidad. Al final, encontró esa llave y Surias y el resto de Aditis crecieron y se multiplicaron, siguiendo su camino hasta convertirse ellos mismos en esencia divina.
 
Pronto Brahma descubrió que sin los Aditis, volvía a sentirse solo. Pero esta vez temía crear seres tan hermosos y sobre todo, tan ambiciosos como Surias, que llegasen a la LLave de la Felicidad y lo dejaran solo. Esta vez moldeó y dio vida a los seres humanos, hombre y mujeres que en su interior refulgían y eran tan hermosos como los Aditis, o incluso más, ya que los creó con la calidez de su sangre, pero externamente variados e imprefectos, de tal forma que, atados a lo material y cegados de cara a lo espiritual, no pudieran envanecerse con su propia belleza interna.
 
Aún así Brahma no estuvo contento, ya que veía que algunos humanos eran incluso superiores a Surias en ingenio y valor. Su alma brillaba de tal forma que cegaban aún a los mismos Aditis. Además, pronto unos pocos humanos se dieron cuenta de su alma inmortal, y crearon gestos capaces de deslumbrarlos: actos como el amor, el beso, el abrazo, o la sonrisa surgieron en el mundo. Cada día nacía un nuevo acto, impulsado por el alma inmortal de los humanos, y Brahma sabía que tarde o temprano encontrarían la llave de la Felicidad y lo dejarían solo.
 
Pensó entonces Brahma en esconder la Llaev de la Felicidad en lo alto de las montañas Nevadas del Himalaya, pero vio que los hombres habitarían hasta el último recoveco de la Tierra. Pensó esconderla en lo más profundo de los Océanos, pero los peces le dijeron que el hombre dominaría los mares. Trató de esconderla en un lugar remotísimo del Universo por él creado, pero el Futuro le advirtió que el hombre exploraría el espacio…
 
Un día, al despuntar el alba, Brahma se dió cuenta del único sitio donde no buscarían los hombres la Felicidad, y decidió partir la llave. Los pedazos los escondió dentro de los propios humanos, ligados a su alma inmortal. Entonces, con total sabiduría y conciencia, acabó de crear al hombre y la mujer, colocando en su interior la mitad de la llave de la Felicidad, lugar donde nunca serían capaces de encontrarla, salvo en pareja y concibiendo totalmente su propio ser y el de los demás humanos.
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Una respuesta a CUENTO DE NAVIDAD… para reflexionar

  1. Laura dijo:

    Muy bonito pero al final Brahma se sentia solo de nuevo, verdad? algunos humanos eran incluso superiores a Surias en ingenio y valor, con lo cual, Brahma debia de seguir teniendo esa sensación de que le faltaba algo (estaba incompleto). Pretendia ser egoista y acabo siendo altruista.

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